El temporal del 17 de diciembre en Pilar causó una verdadera catástrofe en los barrios. Más allá de las calles obstruidas por árboles y postes caídos, que desde el primer momento el Municipio se abocó en solucionar, una de las consecuencias más tristes es la de las viviendas dañadas. Pasado lo peor de la tormenta, muchas familias se encontraron con que un árbol había provocado destrozos en su casa o que el techo se había desprendido por las potentes ráfagas de más de 100 km/h. 

Desde el Municipio se desplegó un operativo territorial en todas las localidades, donde equipos de trabajadores sociales relevaron la situación de las familias damnificadas para poder asistirlas. Así, ya se brindó elementos para reparar sus techos y viviendas a 156 familias. En muchos de estos hogares, ya volvieron a tener un techo gracias a la pronta respuesta del Municipio.

Además, se entregaron más de 12 mil litros de agua a aquellas familias que vieron este servicio alterado. Asimismo, se encuentran funcionando diez generadores eléctricos de alta capacidad para las zonas más afectadas por la interrupción del suministro. Y el Municipio puso grupos electrógenos a disposición de hogares con personas electrodependientes.

Esto se suma a todo el trabajo que desde el primer momento están llevando adelante más de 2.000 agentes municipales en todos los barrios, para liberar calles, retirar árboles y postes caídos y realizar tareas de limpieza.