

El juez federal Sebastián Casanello procesó a Ariel De Vicentis, jefe de Seguridad de Nordelta, por haber entorpecido un procedimiento judicial en el que se buscaban los teléfonos de los empresarios Jonathan y Emmanuel Kovalivker, propietarios de la droguería Suizo Argentina.
De acuerdo con la resolución, el funcionario incurrió en los delitos de desobediencia, estorbo de acto funcional y encubrimiento al no colaborar con la Policía de la Ciudad. Para el magistrado, en el country existe “una suerte de protocolo no escrito” que busca retrasar o frustrar los operativos y neutralizar el efecto sorpresa.
En su declaración, De Vicentis intentó desligarse de responsabilidades al señalar que estaba de vacaciones cuando ocurrió el operativo, aunque admitió que intervino por “celo profesional”. La Justicia sospecha que pudo haber alertado a Jonathan Kovalivker, quien logró salir del barrio y permanecer varios días fuera del radar judicial. Su celular, finalmente, fue entregado días después.
En paralelo, Emmanuel Kovalivker fue interceptado cuando intentaba abandonar el predio y en su poder se hallaron sobres con 266 mil dólares.
El procesamiento de De Vicentis se tramita en un expediente separado de la causa principal por presuntas coimas, que surgió tras la difusión de audios del ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), Diego Spagnuolo, donde mencionaba a Karina Milei y a Eduardo “Lule” Menem.