Un estudio realizado en veinticuatro distritos del Conurbano bonaerense entre el 17 y el 20 de mayo posicionó a Federico Achával, Leonardo Nardini y Fernando Gray como los intendentes con mayor imagen positiva.
El relevamiento se basó en entre 572 y 710 casos por municipio, con un margen de error que osciló entre el 3% y el 4%, y permitió actualizar el mapa político de la opinión pública en el Gran Buenos Aires.
El intendente de Pilar, Federico Achával, encabezó el ranking con los mejores niveles de aprobación. Le siguió el jefe comunal de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini, y en tercer lugar quedó el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray.
Entre los movimientos más destacados del mes, se registró un crecimiento significativo en la valoración del intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, quien mejoró su posición respecto a la medición anterior.
El informe también destacó a otros jefes comunales con buen nivel de aprobación, aunque fuera del podio, entre ellos varios del oeste y sur del Gran Buenos Aires que consolidaron su presencia en la parte media del listado.
En la parte inferior del ranking se ubicaron tres nombres con notoriedad dentro del oficialismo. El intendente de Florencio Varela, Andrés Watson, fue uno de los que obtuvo menor imagen positiva, junto al jefe comunal de Hurlingham, Damián Selci, y al de Ituzaingó, Pablo Descalzo.
A pesar de ocupar los últimos lugares del listado, en estos casos las diferencias porcentuales respecto al promedio general no fueron amplias, aunque sí representaron un llamado de atención sobre la percepción ciudadana en sus distritos.
La encuesta se desarrolló en municipios de distintas regiones del Conurbano, incluyendo La Matanza, Lomas de Zamora, Lanús, Quilmes y Avellaneda, entre otros.
Los niveles de imagen de los intendentes se vinculan directamente con su gestión, pero también con el contexto social y económico. En un escenario marcado por la caída del consumo y los recortes en obra pública, los intendentes del Conurbano bonaerense se convirtieron en actores clave frente a las demandas territoriales.
Los datos del estudio ofrecen una radiografía política de la región más populosa del país, y anticipan cómo podrían incidir los liderazgos locales en un año de tensiones presupuestarias y negociaciones institucionales.
La imagen pública de los intendentes se perfila como un termómetro de cara al segundo semestre del año, con el impacto directo sobre sus chances de reelección, proyección o desgaste político.