TIGRE | 29 DIC 2025
TURISMO Y NATURALEZA
De ruinas a hotel boutique: la increíble historia del convento escondido en el Delta de Tigre
Un antiguo edificio franciscano abandonado durante décadas fue restaurado por privados y hoy combina patrimonio histórico, naturaleza y turismo a minutos del puerto local.
El antiguo Convento San Francisco, ubicado en el Delta de Tigre, atravesó décadas de abandono hasta que fue recuperado y transformado en un hotel boutique que hoy se destaca como una de las perlas turísticas menos conocidas de la región, a sólo diez minutos de la estación fluvial local.
El complejo se encuentra sobre una isla de más de 40 hectáreas, a la altura del arroyo Gallo Fiambre, a unos 200 metros del río Carapachay. En la actualidad es conocido como Complejo Senador Dupont y combina arquitectura histórica, entorno natural y propuestas culturales.
El origen religioso y social del convento
La historia del edificio se remonta a fines del siglo XIX, cuando la Orden de los Franciscanos decidió instalarse en una isla del Delta para fortalecer el vínculo con la comunidad isleña, en un contexto de auge productivo de la zona como polo frutícola que abastecía a Buenos Aires.
La construcción comenzó en 1900 y estuvo a cargo del arquitecto italiano Virgilio Cestari, autor de otras obras emblemáticas. El edificio, de tres pisos, base de piedra y estructura palafítica, contaba con amplios salones y una capilla que aún se conserva.
Además de su función religiosa, el convento albergó una escuela primaria mixta, talleres de oficios, huerta y actividades comunitarias, lo que lo convirtió durante décadas en un verdadero centro social del Delta.
El abandono y la recuperación del edificio
El equilibrio de la vida isleña se quebró en 1946, cuando una histórica creciente cubrió los techos durante casi diez días. La inundación provocó pérdidas productivas irreversibles, el cierre de emprendimientos vecinos y el retiro de los franciscanos, lo que dejó al convento expuesto al deterioro.
Durante años, el edificio permaneció en ruinas, hasta que en 2003 fue adquirido por inversores privados que impulsaron su restauración. El proyecto respetó la identidad original del lugar y recuperó elementos arquitectónicos históricos.
A partir de esa intervención nació el Complejo Senador Dupont, un hotel boutique que reconvirtió antiguas salas en habitaciones con vistas al río y a los jardines, manteniendo la mística del antiguo convento.
Un espacio cultural y turístico en plena naturaleza
Uno de los sectores más emblemáticos es la capilla original, que logró sobrevivir al abandono. Conserva su piso calcáreo, el altar de roble macizo y el techo a dos aguas, y actualmente se utiliza para ceremonias, casamientos y visitas contemplativas.
El complejo ofrece actividades tanto para huéspedes como para visitantes que pasan el día, entre ellas caminatas guiadas, senderismo, paseos en kayak y canotaje, pesca desde el muelle, piscina al aire libre y ciclos culturales con música en vivo.
También cuenta con un restaurante de cocina casera, abierto los fines de semana, y se destaca por su fácil acceso desde el puerto de Tigre, pese a ofrecer una experiencia que aísla del ritmo urbano y conecta con la historia y la naturaleza del Delta.
